A punto estuviste de romperme las caderas, que sensación tan maravillosa.
Hiciste que perdiera la cordura.
Nunca creí que me gustaría tanto deslizar mis dedos entre los rotos de tu pantalón mientras conduces.
Dejadme que continúe buscando las palabras para describirlo.
operaciones maravillosas estas que describes...y no las del hospital
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